El puerto de Saint John’s, ubicado en la ciudad homónima en la provincia de Nuevo Brunswick, Canadá, es uno de los puertos más antiguos y estratégicos del país. Se encuentra a aproximadamente 115 kilómetros al suroeste de Fredericton, la capital de la provincia. Este puerto tiene un acceso privilegiado al Atlántico y está situado a la desembocadura del río Saint John, lo que le permite conectar con el corazón del país a través de vías fluviales y carreteras bien desarrolladas.
Históricamente, Saint John’s ha sido un punto clave para el comercio marítimo desde el siglo XVIII, impulsado inicialmente por la industria de la madera y la construcción naval. A lo largo de los siglos, el puerto ha jugado un papel crucial en el comercio transatlántico y fue durante mucho tiempo el puerto invernal de Montreal antes de la apertura de la Vía Marítima del San Lorenzo. Actualmente, el puerto sigue siendo vital para las industrias de petróleo, gas, productos forestales y acuicultura de Canadá.
En cuanto a los productos que se manejan, Saint John’s es un puerto diversificado. Se importan grandes cantidades de petróleo crudo y productos derivados, mientras que se exportan productos como madera, productos agrícolas y químicos. Los países de origen de muchos de los buques que descargan en este puerto incluyen Estados Unidos, Reino Unido, y Noruega, entre otros. A su vez, los barcos que salen del puerto suelen dirigirse principalmente hacia Estados Unidos, China, y Países Bajos .
El puerto de Saint John ha sido objeto de importantes modernizaciones para aumentar su capacidad y eficiencia. Hoy en día, maneja un promedio de 28 millones de toneladas métricas de carga al año, consolidándose como un motor económico clave en la región de Nuevo Brunswick. Además de su importancia en el transporte de mercancías, el puerto es un destino destacado para cruceros, siendo el cuarto más visitado en Canadá .
Un dato curioso sobre Saint John es su conexión histórica con la inmigración irlandesa durante la Gran Hambruna, cuando miles de personas llegaron a través de este puerto. Además, es reconocido por ser el sitio donde se probó por primera vez el foghorn automático (señal sonora de aviso), un invento crucial para la seguridad marítima. A lo largo de los siglos, Saint John ha sabido adaptarse a los cambios económicos, siendo en la actualidad un centro neurálgico tanto para la exportación de recursos naturales como para la importación de productos industriales esenciales.
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