Cuando terminas tus estudios en comercio internacional o logística, es fácil pensar que todo lo aprendido se queda en manuales, apuntes y conceptos abstractos. Pero el mundo real es otra cosa: detrás de cada trámite, cada documento y cada cálculo de stock, hay personas esperando una mercancía. Una cadena de suministro no es un esquema teórico, sino un flujo vivo de bienes que conecta a productores, transportistas, distribuidores y clientes finales. Y cuando des el salto al mercado laboral, te darás cuenta de que tu conocimiento solo tiene valor si sabes aplicarlo en este escenario real, donde el tiempo, el coste y la fiabilidad son determinantes.
Dar el salto al mercado laboral en logística y comercio internacional no es solo cuestión de tener un título. Las empresas buscan perfiles que, aun siendo juniors, ya lleguen con un bagaje sólido de conocimientos prácticos. Si quieres destacar en tu primera entrevista y adaptarte rápido a tu primer empleo, hay tres áreas que no puedes descuidar: competencias técnicas, normativa de comercio internacional e idiomas.
¿Qué competencias técnicas son imprescindibles?
La cadena de suministro es un organismo vivo y complejo. Optimizarla requiere dominar herramientas y metodologías que permitan controlar cada eslabón. El control de inventarios es el primer paso: ya no basta con llevar una simple cuenta de entradas y salidas. Las empresas esperan que sepas calcular rotaciones, prever rupturas de stock y aplicar métricas como el fill rate o el inventory turnover ratio. Una buena gestión evita costes innecesarios de almacenamiento y asegura que el producto llegue a tiempo al cliente.
En paralelo, las estrategias de compras son un factor de competitividad. Negociar precios por volumen, evaluar plazos de entrega y analizar la fiabilidad de los proveedores son habilidades clave. Hoy se valora la capacidad de diseñar relaciones a largo plazo con partners estratégicos más que limitarse a cerrar operaciones puntuales. Aquí entra en juego la gestión de relaciones con proveedores: saber coordinar intereses, resolver conflictos y medir indicadores de desempeño (OTIF: On Time In Full, por ejemplo).
La mitigación de riesgos completa el cuadro. Una huelga en el puerto, un cambio arancelario o una crisis energética pueden romper una cadena entera. El profesional preparado sabe mapear vulnerabilidades y diseñar planes alternativos. En España, comprender la llamada estructura logística en diamante es vital: los ejes que conectan Madrid, Barcelona, Valencia y Bilbao concentran gran parte del flujo de mercancías, y cualquier interrupción en ellos obliga a replantear rutas y recursos.
¿Qué necesitas saber sobre comercio internacional?
En este sector no basta con saber mover mercancías: hay que dominar la burocracia internacional. El primer paso es familiarizarte con los procedimientos aduaneros de la Unión Europea. Conocer cómo funciona la Unión Aduanera, qué documentos exige y qué restricciones aplica es fundamental para evitar sanciones o retrasos. Entre los papeles básicos están el número EORI (imprescindible para importar o exportar), las declaraciones SAD, los certificados de origen y las licencias específicas para productos regulados. Un error en cualquiera de ellos puede suponer días de retención en aduanas y miles de euros en sobrecostes.
Otro aspecto central son los Incoterms 2020. No se trata de memorizarlos, sino de entender cómo impactan en la práctica diaria. En el mercado español, los más usados son DDP (Delivered Duty Paid), DAP (Delivered At Place) y DPU (Delivered at Place Unloaded). Cada uno define quién asume los riesgos, costes y responsabilidades en la entrega. Imagina que aceptas un DDP sin tener en cuenta aranceles locales: la operación puede convertirse en un desastre económico para tu empresa. Dominar estos términos demuestra que sabes de qué hablas y que puedes negociar en igualdad de condiciones con clientes y proveedores internacionales.
Además, la documentación comercial va mucho más allá de facturas. Un futuro profesional de logística debe manejar packing lists, cartas de crédito, seguros de transporte y conocer el papel de los bancos en operaciones internacionales. Esa visión global es lo que te permitirá moverte con seguridad en un entorno cada vez más interconectado.
¿Qué nivel de idiomas se exige realmente?
El idioma es la herramienta invisible que hace que todo funcione. El castellano, en niveles avanzados (B2-C1), es imprescindible para tareas como la documentación aduanera, la comunicación con la Administración o las negociaciones con proveedores locales. Un error de matiz en un documento legal puede tener consecuencias graves, así que la precisión lingüística cuenta.
El inglés comercial, también en nivel B2-C1, se ha convertido en el estándar para empresas con operaciones internacionales. Además, sectores específicos exigen vocabulario especializado: el inglés aeronáutico para carga aérea y el inglés marítimo para operaciones navales. No dominar esta jerga puede limitar tu acceso a áreas de negocio muy relevantes.
Dominar idiomas adicionales supone una ventaja competitiva clara. El francés es muy valorado en rutas mediterráneas y conexiones con el Magreb. El alemán abre puertas en hubs logísticos europeos y en colaboraciones con el sector industrial. Y el portugués facilita la coordinación de operaciones dentro de la Península Ibérica y con Brasil, un socio clave para muchas empresas españolas. En un sector donde cada llamada puede ser con un cliente de un país distinto, cada idioma que sumes multiplica tus oportunidades.

¿Por qué importa empezar con estas bases?
Las empresas no esperan que un recién graduado lo sepa todo, pero sí que llegue con los conocimientos mínimos para ser útil desde el primer día. Si dominas el control de inventarios, entiendes cómo aplicar un Incoterm y puedes mantener una reunión en inglés sin problema, estarás muy por delante de otros candidatos.
En Kokargo creemos que la primera impresión cuenta: si desde el inicio demuestras seguridad técnica, visión global y capacidad de comunicarte en varios idiomas, te ganarás la confianza de tu equipo y avanzarás más rápido en tu carrera. Porque entrar en el sector logístico no es solo conseguir el primer contrato: es empezar a construir una trayectoria internacional sólida y con futuro.
Tu siguiente paso empieza aquí
Si todo esto resuena contigo, es el momento de dar el salto. No te quedes solo en la teoría: tus conocimientos tienen valor en el mundo real, y ahora toca demostrarlo.
En Kokargo tenemos ofertas abiertas para jóvenes con formación en logística y comercio internacional. Queremos ayudarte a dar tus primeros pasos, orientarte y ponerte en contacto con empresas que buscan talento como el tuyo. Pero no te limites a nosotros. Tu misión es encontrar trabajo, y para lograrlo tienes que tocar todos los palos: inscríbete en portales de empleo, activa alertas, contacta con empresas y amplía tu red. Cada acción cuenta. Nosotros somos un punto de partida, un aliado en el camino. El resto depende de ti: muévete, insiste, aprende de cada intento y no te rindas. Porque la primera oportunidad está ahí fuera, y cuanto más te expongas, antes llegará.