El puerto de Ankara, aunque no es un puerto marítimo en el sentido tradicional, es un centro logístico significativo para el comercio terrestre en Turquía. La ciudad se encuentra en el corazón de Anatolia, lo que la convierte en un punto estratégico para el transporte y la distribución de mercancías a través del país.

Ankara ha experimentado un crecimiento considerable en su infraestructura de transporte, incluyendo carreteras y ferrocarriles que conectan la ciudad con diversas regiones de Turquía y más allá. Este desarrollo ha permitido que Ankara se convierta en un importante nudo de transporte, facilitando la importación y exportación de productos, especialmente textiles, que representan una parte significativa de su comercio exterior. Turquía es un proveedor clave para el sector textil europeo, y Ankara juega un papel central en este ámbito.

Además, Ankara alberga el Aeropuerto Esenboğa, que, aunque no es un puerto marítimo, también es fundamental para el comercio internacional, sirviendo como una puerta de entrada para el tráfico aéreo de pasajeros y mercancías. En resumen, aunque Ankara no tenga un puerto marítimo tradicional, su ubicación y sus desarrollos en infraestructura la posicionan como un punto neurálgico para el comercio en Turquía.