El Puerto de Barcelona se destaca por su notable crecimiento. Según la Autoridad Portuaria de Barcelona, entre enero y noviembre de 2024, se movilizaron 64.617.397 toneladas, cifra que representa un incremento de 9,6% respecto al mismo periodo del año anterior.
El tráfico de contenedores también experimentó un auge, acercándose a los 3,6 millones de TEUs, lo que supone un aumento del 19,6%. Los contenedores llenos siguen en ascenso, con un aumento del 9,2% en las importaciones, 4,6% en las exportaciones y un impresionante 31,5% en los tránsitos. Esta tendencia destaca la creciente importancia del puerto como eje central en la cadena de suministro global.
Además, el tráfico con los principales destinos mantiene un crecimiento de dos dígitos, con un aumento del 11% con China, 10,6% con Estados Unidos y 13,3% con Turquía. Es evidente la fortaleza de las conexiones comerciales internacionales de Barcelona.
En referencia al tráfico de graneles líquidos, se acerca a los 13 millones de toneladas, con un incremento del 9%, impulsado en gran medida por el buen desempeño de los hidrocarburos. Sobresale el notable crecimiento del 49,4% de la gasolina y del 12,3% en el gasóleo, así como los productos químicos, con 2,3 millones de toneladas y un crecimiento del 121,7%, superior al de meses anteriores.
En cuanto a los graneles sólidos, pese a una ligera reducción del 1,7%, los resultados siguen mejorando, gracias al crecimiento del 10,8% en el haba de soja y del 10,9% en las potasas.
El tráfico de automóviles nuevos se mantiene en cifras similares a los meses anteriores, lo que podría explicarse por la inestabilidad del mercado. No obstante, este hecho no ha impedido que se registre un crecimiento del 2% en el tráfico de pasajeros, con cerca de 5,2 millones de personas transitando por el puerto en los 11 primeros meses del 2024.
La clave para afrontar estos desafíos radica en mantener el crecimiento constante, mejorar la eficiencia operacional y fortalecer las conexiones comerciales para poder responder a las fluctuaciones del mercado. Para ello, es crucial la inversión en infraestructura y tecnología, así como la optimización de los procesos logísticos.