El transporte marítimo internacional de mercancías es una pieza fundamental en el engranaje del comercio mundial. Sin embargo, a pesar de su importancia, las empresas que participan en este sector afrontan constantemente obstáculos y dilemas que pueden poner en jaque la eficiencia de sus operaciones. Basado en nuestra sólida trayectoria de más de 30 años en la industria, hemos identificado los 5 errores más comunes que las empresas suelen cometer en este ámbito, y a continuación, te proporcionamos algunas estrategias para evitarlos.
- En primer lugar, una planificación insuficiente es un problema recurrente. La falta de previsión puede desembocar en retrasos significativos y costos inesperados. Según datos de la Organización Marítima Internacional, las pérdidas por demoras en el transporte marítimo pueden alcanzar cifras millonarias cada año. Para esquivar este obstáculo, te recomendamos que implementes un sistema de planificación eficaz que te permita anticiparte a posibles contratiempos.
- En segundo lugar, muchos exportadores subestiman el valor de la documentación correcta. Un error en la documentación puede provocar la retención de la mercancía, lo que lleva a retrasos y posibles sanciones. Según la Cámara Internacional de Comercio, el 10% de los retrasos en el envío de cargas se deben a errores documentales. Por lo tanto, es vital que te asegures de tener todos los papeles en regla antes de iniciar el envío.
- En tercer lugar, la elección incorrecta del medio de transporte puede generar costos adicionales y retrasos. Cada tipo de carga tiene sus propias necesidades y requerimientos logísticos. Por ello, es crucial que elijas el modal de transporte que mejor se adapte a las características de tu mercancía.
- En cuarto lugar, no tener un seguro adecuado es otro error común. El transporte marítimo implica riesgos inherentes, como daños a la mercancía, pérdidas o robos. Un seguro adecuado puede protegerte ante estos imprevistos y mitigar el impacto económico en tu empresa.
- Finalmente, el quinto error común es no tener en cuenta las regulaciones aduaneras del país de destino. Las regulaciones varían de un país a otro y no conocerlas puede resultar en multas o incluso en la confiscación de la mercancía.
Para superar estos desafíos, es indispensable que cuentes con un aliado estratégico, como Kokargo, que tenga la experiencia y el conocimiento necesarios para guiar a tu empresa por el intrincado laberinto del transporte marítimo internacional.