Este artículo detalla la inminente subida del 45% en el recargo de emisiones del transporte marítimo europeo debido a la cobertura del 100% del EU ETS en 2026. Entienda la razón de este coste fijo, que afecta a todas las rutas españolas con la UE, y descubra las tres estrategias de Kokargo para mitigar los 130 USD/FEU de impacto: presupuestación estricta, hedging verde y cláusulas de flete indexadas al precio real de las asignaciones de emisiones (EUA).
Preguntas resueltas en este artículo:
- ¿Qué estrategias de gestión de costes (presupuestación, hedging verde, indexación) se pueden aplicar para mitigar el impacto financiero del EU ETS?
- ¿Por qué aumenta el recargo de emisiones (EMS/ESS) en 2026 y cuál es el origen normativo de este coste?
- ¿Qué es el EU ETS y cómo obliga al sector marítimo a asumir costes por contaminación?
- ¿Cómo afecta el recargo del EU ETS a las importaciones y exportaciones españolas, especialmente en rutas intra-UE?
- ¿Cuál es el coste estimado del recargo por contenedor de 40 pies (40’ DRY) en la ruta Asia-Mediterráneo para el Q1 2026?
A partir de 2026, el coste fijo por emisiones aumentará de manera inevitable. ¿Está tu cadena de suministro preparada para asumir el 100% del shock regulatorio?
El shock regulatorio: un nuevo coste fijo
La legislación europea, a través del Sistema de Comercio de Emisiones (EU ETS), está a punto de imponer un incremento sustancial e inevitable en los costes operativos del transporte marítimo. Se trata de una realidad compleja. La causa fundamental de este incremento regulatorio es el objetivo de la Unión Europea de lograr la neutralidad climática en 2050, un mandato que proviene directamente del European Green Deal.
El EU ETS es la herramienta principal que emplea la UE para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en toda la economía. Se ha impuesto al transporte marítimo, un sector tradicionalmente exento, para forzarlo a asumir el coste de su propia contaminación mediante el sistema de ‘cap and trade’. Este mecanismo incentiva directamente la inversión en tecnologías y combustibles más limpios para así evitar la compra de costosos derechos de emisión (EUA). Es una medida coercitiva con un fin claro.
A partir del 1 de enero de 2026, las navieras deberán declarar el 100% de sus emisiones verificadas de CO2 para los viajes realizados dentro de la Unión Europea (UE). Este dato supone un salto considerable en comparación con el 70% de 2025 y el 40% que se aplica durante 2024 (Ver detalles del calendario oficial).
Por qué sucede y cuál es el origen del problema
El factor que dispara el coste en 2026 es, precisamente, la fase final de implementación de la normativa. Esta fase obliga a aumentar la cobertura de declaración al 100% para las rutas intra-UE. Es más: el alcance se ampliará para incluir la monitorización de las emisiones de metano (CH4) y óxido nitroso (N2O) (Maersk lo confirma en sus recargos). Es crucial entender que este incremento regulatorio no viene solo, sino que se suma a los costes de cumplimiento de la normativa FuelEU Maritime, cuyos gastos también se recuperan mediante este mismo recargo obligatorio (Vea qué implica FuelEU Maritime).
El impacto global y cómo afecta a españa
El efecto de esta regulación es inmediato y cuantificable. Las navieras han anunciado que el recargo por emisiones (EMS/ESS) se espera que aumente aproximadamente un 45% en 2026 debido al salto en la cobertura del 100% (Hapag-Lloyd lo anticipa en sus comunicados).
España está intrínsecamente ligada a este coste, dada su posición estratégica y su dependencia del tráfico marítimo. Las empresas españolas importan y exportan principalmente a través de puertos de la UE/EEE. Por tanto, se enfrentarán a estos recargos en todas sus operaciones marítimas con puertos europeos, y en el 50% de las emisiones en rutas con puertos extracomunitarios (Alcance de la normativa en España y UE).
Para el primer trimestre de 2026, el coste previsto del recargo de emisiones para un contenedor estándar de 40 pies (40’ DRY) en la ruta Asia a Mediterráneo se sitúa en 130 USD (aproximadamente 112 EUR) (Tarifas de recargo estimadas por las navieras).
¿El efecto directo para importadores y exportadores españoles? Es imposible eliminar este coste fijo del flete total. Usted puede negociar fletes base más bajos gracias a la sobrecapacidad actual, pero el coste total por unidad se infla de forma obligatoria por este recargo. Las empresas que no lo presupuesten con la rigurosidad necesaria verán cómo sus márgenes se reducen de manera significativa. Esto convierte al recargo en un costo inevitable que impacta el Coste de Mercancías Vendidas (COGS) (La imposibilidad de eliminar el coste).
Estrategias de mitigación para su negocio
En Kokargo, la acción es la respuesta. No podemos evitar la regulación, pero sí mitigar su impacto en la rentabilidad de su logística. Aquí le presentamos tres estrategias esenciales que su equipo debe implementar inmediatamente:
- Presupuesto Riguroso: Asuma el recargo de 130 USD/FEU como un coste fijo ineludible. Inclúyalo en el cálculo de los Costes de Mercancías Vendidas (COGS) para todas las importaciones clave desde Asia (Dato crucial para COGS). Solo la precisión en la presupuestación garantiza la defensa del margen de beneficio.
- Hedging Verde: Evalúe la compra de servicios de transporte «verde» (Ship Green o ECO Delivery) (Opciones de mitigación de Hapag-Lloyd). Estos programas ofrecen créditos directos contra el recargo obligatorio, lo que transforma la sostenibilidad de un gasto en una herramienta directa de gestión de costes. Así, la inversión en sostenibilidad reduce su exposición al EU ETS (Ventaja de los programas ECO).
- Cláusulas Indexadas: Negocie con las navieras recargos basados en factores flotantes (como el ETS Adjustment Factor de Hapag-Lloyd). Estos factores se ajustan al precio real de las asignaciones de emisiones (EUA), en lugar de tarifas fijas. Esta indexación le protege de la volatilidad y le permite beneficiarse si los precios de EUA bajan, siendo una gestión de riesgo inteligente frente a la fluctuación del mercado de carbono (Gestión de riesgo por volatilidad).