El comercio internacional está marcado por una serie de normativas y procedimientos que permiten el tránsito seguro y legal de mercancías entre países. Uno de estos procesos es el despacho de aduanas. En ese sentido, uno de los pasos esenciales en este proceso es la asignación de un circuito aduanero. Aquí se evalúa la documentación asociada a la mercancía, su naturaleza y el nivel de riesgo. Pero, ¿qué son estos canales aduaneros y cómo afectan a las empresas exportadoras?
Para empezar, los canales aduaneros representan diferentes niveles de control que determinan si una mercancía está autorizada para su liberación o si requiere de algún tipo de inspección adicional. Se clasifican en cuatro categorías: verde, naranja, amarillo y rojo, cada uno con un método de inspección y control específico.
- En el canal verde, no se requiere ninguna inspección adicional. La documentación presentada es suficiente para garantizar que la mercancía cumple con todas las normativas necesarias para su liberación.
- El canal naranja, por otro lado, implica una revisión documental detallada para verificar la coherencia de la información proporcionada. Si la revisión resulta satisfactoria, la mercancía pasa al canal verde, pero si hay inconsistencias, se retiene hasta que se subsanen.
- El canal amarillo se aplica a mercancías que, dada su naturaleza, origen o destino, requieren la presentación de otros certificados o controles no aduaneros, como los sanitarios o veterinarios.
- Finalmente, el canal rojo es donde se llevan a cabo inspecciones físicas de la mercancía para verificar la legalidad de los productos y detectar posibles fraudes, falsificaciones, contrabando, entre otros.
Estos canales aduaneros inciden directamente en las operaciones de las empresas exportadoras. Dependiendo del canal asignado a su mercancía, pueden enfrentarse a retrasos, costos adicionales y, en casos graves, sanciones administrativas o judiciales.
Es crucial para las empresas exportadoras entender cómo funcionan estos canales y prepararse de manera adecuada para evitar cualquier inconveniente. Una buena planificación y preparación de la documentación necesaria puede ayudar a evitar los canales más complejos y costosos, como el amarillo y el rojo.
Asimismo, contar con la asesoría de un agente aduanero especializado puede ser determinante para un proceso de exportación exitoso. Este profesional puede garantizar una gestión eficiente y rápida de despachos de mercancías, minimizando así los riesgos y optimizando la cadena de suministro.