Puerto de Djibouti

Puerto de Djibouti

El puerto de Djibouti, situado en el Cuerno de África, es uno de los principales centros de comercio marítimo del continente africano. Ubicado estratégicamente en el estrecho de Bab el-Mandeb, conecta el Mar Rojo con el Golfo de Adén, posicionándose como un punto crucial en la ruta entre Europa y Asia. Este puerto se encuentra a aproximadamente 15 kilómetros de la capital del país, también llamada Djibouti, lo que lo convierte en un núcleo vital para el comercio nacional e internacional.

La historia del puerto de Djibouti se remonta a finales del siglo XIX, cuando fue fundado por los franceses como una estación de abastecimiento de carbón. Una curiosidad sobre este puerto es su transformación en uno de los puertos más modernos de África, gracias a las inversiones extranjeras, especialmente de China, que ha visto en Djibouti un aliado estratégico para su Iniciativa de la Franja y la Ruta.

La proximidad del puerto de Djibouti a otros puertos importantes de la región, como el puerto de Mombasa en Kenia y el puerto de Salalah en Omán, facilita un intercambio comercial activo con estos y otros puertos del este de África y Oriente Medio. Además, mantiene relaciones comerciales significativas con el puerto de Jebel Ali en Dubái, consolidándose como un enlace clave en la cadena de suministro global.

El puerto de Djibouti tiene acceso a diversas zonas del país, gracias a una infraestructura de transporte desarrollada que incluye carreteras y ferrocarriles que conectan con Etiopía, uno de sus principales socios comerciales. Esta conexión es esencial, ya que gran parte de las importaciones y exportaciones etíopes transitan por este puerto.

Entre los productos que se manejan en el puerto de Djibouti se encuentran bienes de consumo, materiales de construcción, y productos agrícolas, además de petróleo y gas. Los barcos que llegan a este puerto provienen principalmente de China, India y Arabia Saudita, países con los que mantiene un activo intercambio comercial. A su vez, los barcos que parten de Djibouti suelen dirigirse principalmente hacia Estados Unidos, Francia y Japón, transportando una variedad de productos desde materias primas hasta productos manufacturados.

En términos de su importancia económica, el puerto de Djibouti juega un papel fundamental en las importaciones y exportaciones del país, representando una gran parte del PIB nacional. Su ubicación estratégica ha facilitado su crecimiento continuo, aumentando su capacidad de manejo de carga y atrayendo inversiones extranjeras. Aunque Djibouti no es un socio comercial principal de España, existen lazos mercantiles indirectos debido al comercio internacional que fluye a través del Mediterráneo y conecta con puertos españoles importantes. Esto refleja cómo el puerto de Djibouti, aunque distante, puede tener impactos en las dinámicas comerciales de otras regiones y países europeos, incluido España.