Puerto de Cleveland

Puerto de Cleveland

El puerto de Cleveland, situado en la orilla sur del lago Erie, es uno de los puertos más importantes de la región de los Grandes Lagos y un pilar fundamental en el comercio del Medio Oeste de Estados Unidos. Este puerto se encuentra a aproximadamente 570 kilómetros de la capital del país, Washington D.C., y su ubicación estratégica le permite actuar como una puerta de entrada a mercados clave como Cincinnati, Detroit, Pittsburgh y Chicago, a los que se puede acceder en menos de ocho horas por carretera o ferrocarril.

Cleveland cuenta con conexiones ferroviarias a través de dos grandes redes, Norfolk Southern y CSX, lo que facilita el transporte intermodal de mercancías hacia diversas zonas del país. Además, está bien conectado por carretera a las principales autopistas de Ohio, como la I-90 y la I-77, lo que mejora su eficiencia logística.

El puerto destaca por la diversidad de productos que maneja, incluyendo minerales como el hierro y acero, sal, piedra caliza, grano y asfalto. También es uno de los pocos puertos en los Grandes Lagos con una terminal de contenedores, lo que lo convierte en un centro importante para el manejo de mercancías internacionales. Principalmente, los barcos que llegan a Cleveland provienen de países como Canadá, Alemania, Países Bajos y Bélgica, mientras que las exportaciones desde el puerto tienen como destino principales países como México, Reino Unido y China.

Con más de 13 millones de toneladas de carga manejadas anualmente, el puerto de Cleveland juega un papel vital en la economía local y regional, contribuyendo con más de 4,7 mil millones de dólares y generando más de 22,000 empleos. En cuanto a sus relaciones comerciales con España, el puerto participa activamente en el comercio internacional, y algunos de los productos que gestiona, como maquinaria y productos industriales, tienen a este país europeo entre sus destinos habituales.

Una curiosidad sobre este puerto es que, a pesar de estar lejos de la costa oceánica, gracias a su conexión con la vía fluvial de Saint Lawrence Seaway, los barcos oceánicos pueden llegar hasta Cleveland desde el Atlántico, lo que acorta significativamente los tiempos de tránsito en comparación con los puertos costeros más congestionados.