Los envíos LCL: todo lo que debes saber

El transporte marítimo es una pieza fundamental en el comercio internacional. Cuando enviamos mercancías por mar, debemos decidir entre dos modalidades principales: LCL (Less than Container Load) o FCL (Full Container Load). Este artículo se centra en explicar detalladamente cómo funcionan los envíos LCL, aquellos donde la mercancía ocupa menos espacio que un contenedor completo y, por tanto, se comparte con otras cargas.

¿Qué son exactamente los envíos LCL?

Los envíos LCL, también conocidos como grupaje marítimo, son aquellos donde diversas mercancías de diferentes proveedores viajan juntas en un mismo contenedor. Como su nombre indica (Less than Container Load – menos que una carga de contenedor), se trata de envíos donde la mercancía no ocupa todo el espacio disponible.

Esta modalidad contrasta con los envíos FCL (Full Container Load), donde un solo remitente utiliza todo el espacio del contenedor. Los envíos LCL requieren más coordinación y preparación, ya que implican la gestión de múltiples cargas diferentes.

¿Cómo funciona el proceso completo de los envíos LCL?

Para iniciar un envío LCL, es necesario proporcionar al transitario las dimensiones y el peso de la carga. También se deben entregar documentos esenciales como:

Hay que tener en cuenta que, dependiendo de las circunstancias específicas, el transitario podría solicitar documentación adicional.

¿Cómo se transporta la carga al almacén consolidado?

Los envíos LCL suelen tener una frecuencia regular, ya sea semanal o quincenal, según el puerto de destino. Por eso, los plazos son críticos en este tipo de envíos.

La consolidación de la carga LCL se realiza en un almacén especializado llamado “almacén consolidado”. Hay dos opciones para llevar la mercancía:

  • El transitario se encarga de recoger la carga y transportarla hasta el almacén.
  • El remitente entrega directamente la carga en el almacén. En este caso, la mercancía debe estar correctamente preparada y empaquetada.

Es importante considerar que las mercancías deben llegar con suficiente antelación. Si el almacén está cerca del puerto de salida, habitualmente el plazo es de 7 días antes de la salida del barco. Si el almacén está en el interior, el plazo de entrega será aún más anticipado.

¿Cómo llega la mercancía al puerto de salida?

Una vez que el contenedor ha sido consolidado con todas las cargas LCL, se transporta al puerto de salida. Normalmente, los contenedores deben llegar al puerto aproximadamente tres días antes de la salida del barco. Cuando la carga llega al puerto, se transfiere a la naviera para ser enviada hacia el puerto de destino.

¿Qué ocurre durante las escalas en el trayecto?

Si el destino de la carga es un puerto secundario, las mercancías podrían ser descargadas en un puerto de escala. En este punto pueden ocurrir dos cosas:

  • La carga se transfiere a otro contenedor.
  • La carga espera hasta que más mercancías completen el contenedor antes de continuar el viaje.

Este proceso es similar a lo que sucede con el equipaje cuando hacemos escala en un aeropuerto: hay que descargarlo del primer avión y transferirlo al siguiente.

¿Qué sucede al llegar al puerto de destino?

Cuando el contenedor llega al puerto de destino, el agente del transitario en destino asume la responsabilidad. Se encarga de:

  • Gestionar el despacho de aduanas
  • Recoger el contenedor
  • Transportarlo desde el puerto hasta un almacén de desconsolidación

En el almacén de desconsolidación, el contenedor se desconsolida y la carga se separa en los diferentes envíos LCL que lo componían.

¿Cómo se realiza la recepción final de las mercancías?

Finalmente, el consignatario (la persona que debe recibir el envío) puede recoger sus mercancías en el almacén. Alternativamente, el agente puede entregar la mercancía directamente en el destino final. En este caso, la mercancía se transfiere desde el almacén de desconsolidación hasta la dirección final donde será entregada.

¿Qué contratiempos pueden surgir en los envíos LCL?

En circunstancias normales, un envío LCL no debería ser más largo que un FCL. De hecho, podría ser incluso más rápido si se consigue a última hora un espacio libre que encaje con la carga.

Sin embargo, pueden producirse retrasos mientras se espera que los otros envíos LCL sean cargados en el contenedor. Además, si se encuentra algún error en la documentación de alguno de los envíos, es posible que las aduanas detengan todo el contenedor para inspeccionarlo o requerir la documentación necesaria.

¿Qué problemas presentan los puertos secundarios?

Otro factor que puede provocar retrasos es cuando el envío tiene como destino un puerto secundario en vez de un puerto principal. Las rutas internacionales más importantes ofrecen fechas de salida fijas y frecuentes, pero si se envía la carga a puertos más pequeños, podría ser necesario esperar semanas hasta la próxima fecha de salida y hasta que barcos más pequeños puedan transportar la carga desde los puertos principales.

¿Cómo afectan las escalas y el transporte intermodal?

Cuando la ruta incluye escalas o transporte intermodal (combinación de diferentes medios de transporte), los retrasos son más habituales. En las escalas, puede ser necesario cargar otras mercancías en el mismo contenedor o descargar la carga y transferirla a otro contenedor.

En el caso del transporte intermodal, hay que transferir la carga desde el puerto a las terminales terrestres, lo que complica la logística y aumenta la posibilidad de sufrir retrasos.

¿Qué otros aspectos debes tener en cuenta?

  • Posibles daños: La carga podría sufrir daños durante el tránsito si los otros envíos LCL no están correctamente embalados. El mal tiempo en el mar y la manipulación durante las escalas y el transporte intermodal también aumentan el riesgo de daños.
  • Precios: Los precios de los envíos LCL dependen del volumen de la carga, no del peso.
  • Restricciones: Los vehículos motorizados no pueden ser enviados mediante LCL.
  • Documentación adicional: Dependiendo del tipo de mercancías y de los países de origen y destino, se podría tener que presentar documentación y certificados adicionales.

¿Por qué elegir un envío LCL?

Los envíos LCL son una opción excelente para aquellos que necesitan transportar mercancías que no ocupan un contenedor entero. Ofrecen flexibilidad y pueden resultar más económicos que alquilar un contenedor completo. Sin embargo, requieren una planificación cuidadosa y una buena coordinación para asegurar que todo funcione según lo previsto.

Para garantizar el éxito de los envíos LCL, es fundamental completar correctamente toda la documentación, preparar adecuadamente la carga y respetar los plazos establecidos. De esta manera, se evitarán retrasos innecesarios y se minimizará el riesgo de daños durante el transporte.