El mercado global de portacontenedores experimenta un incremento del 10% en 2024: impacto y perspectivas

2024 ha sido testigo de un hito importante. Las navieras han ampliado sus flotas mediante la incorporación de 471 portacontenedores de nueva construcción, según los datos de Linerlytica, una consultora especializada en este sector.

Estas nuevas adquisiciones han propulsado la capacidad global de transporte marítimo de contenedores, incrementándola en 2,94 millones de TEUs. Un TEU, para aquellos menos familiarizados con la jerga del sector, hace referencia a la unidad de medida equivalente a un contenedor de 20 pies. Este aumento, que se traduce en un salto del 10,1%, marca un nuevo máximo histórico, superando las cifras de años anteriores.

Sin embargo, no todo fueron buenas noticias en 2024. A lo largo del mismo año, 67 portacontenedores con una capacidad acumulada de 93.475 TEUs fueron desguazados. Este hecho demuestra que, a pesar del crecimiento general, el sector sigue enfrentándose a retos y desafíos que deben ser abordados.

Mirando al futuro, las predicciones de Linerlytica sugieren que este ritmo de crecimiento podría desacelerar. Para los años 2025 y 2026, se pronostican incrementos de un 5,5% y de un 3,7%, respectivamente. Esta desaceleración, aunque pueda parecer alarmante, es una tendencia normal en un mercado tan volátil como el del transporte marítimo.

¿Qué significa todo esto para las empresas exportadoras? En primer lugar, la expansión de la capacidad de transporte indica que hay más oportunidades para enviar mercancías a través del mar. Sin embargo, también implica un mayor desafío para mantener la eficiencia y la rentabilidad, ya que una mayor capacidad puede conllevar más competitividad.

Por tanto, las empresas exportadoras deben estar preparadas para adaptarse a estas fluctuaciones del mercado. En este sentido, es crucial estar al tanto de las tendencias del sector, y planificar de manera estratégica en función de las mismas.

Aunque el futuro pueda parecer incierto, el sector del transporte marítimo sigue siendo un pilar clave en la economía global. Las empresas exportadoras, al igual que las navieras, deberán continuar innovando y adaptándose para mantenerse a flote en este océano de oportunidades.