Oportunidad estructural: sobrecapacidad y negociación de fletes

El sector del transporte marítimo de contenedores se encuentra ante una «oportunidad estructural» caracterizada por una sobrecapacidad histórica de la flota, generada por la entrada masiva de nuevos buques encargados durante el auge de 2021-2022, que supera el crecimiento moderado de la demanda global. Este desequilibrio estructural está ejerciendo una fuerte presión a la baja sobre los fletes base, que han caído significativamente y podrían volver a niveles de 2019, ofreciendo una palanca de negociación sin precedentes a importadores y exportadores españoles para asegurar contratos a largo plazo a costes ventajosos. No obstante, las navieras buscarán compensar la erosión de la tarifa base maximizando los recargos fijos, por lo que la estrategia clave para los shippers debe ser una negociación inteligente y bidimensional que no solo busque el coste más bajo, sino que equilibre la tarifa con la fiabilidad del servicio y anticipe las tácticas de gestión de capacidad de los carriers (como las blank sailings).

Preguntas clave resueltas en este artículo

  • ¿Cuál es el problema estructural fundamental que afecta a los precios de los fletes marítimos de contenedores?
  • ¿Qué ha causado el exceso de capacidad de la flota global?
  • ¿Cuál es la consecuencia directa de este desequilibrio entre oferta y demanda en las tarifas de flete?
  • ¿Cuál es el panorama de precios previsto para el año 2026?
  • ¿Cómo afecta esta tendencia de precios bajos a los importadores y exportadores españoles?
  • ¿Qué riesgo deben tener en cuenta los shippers (empresas de carga) durante la negociación de tarifas base?
  • ¿Qué estrategias de negociación se recomiendan para aprovechar la oportunidad estructural?
  • ¿Qué tácticas de gestión de capacidad de las navieras deben anticipar los shippers?

El problema: la erosión del precio base

El crecimiento de la flota portacontenedores sigue superando al crecimiento de la demanda global. Esta sobrecapacidad está manteniendo una fuerte presión a la baja sobre los fletes base, a pesar de las interrupciones geopolíticas.

Causas del Problema

La causa principal es el desequilibrio entre oferta y demanda. La sobrecapacidad se explica por una confluencia de factores que generaron un shock masivo de oferta en un momento de desaceleración de la demanda global:

  • Inversión masiva en flota nueva (demasiados barcos): durante los picos de demanda y rentabilidad excepcionales de 2021-2022 (impulsados por la pandemia y la escasez de bienes), las navieras encargaron una cantidad récord de nuevos buques. Estos pedidos, que tardan varios años en construirse, están siendo entregados masivamente en 2025 y 2026, lo que inyecta capacidad al mercado a un ritmo sin precedentes. Este crecimiento de la flota se espera que sea del 3,6% en 2026 (frente a un crecimiento de la demanda de solo el 3%).
  • Desaceleración del crecimiento de la demanda (menos transporte): tras el boom de la pandemia, la demanda de transporte de contenedores ha vuelto a tasas de crecimiento moderadas (alrededor del 3% en 2026). Esto se debe a la alta inflación, la incertidumbre económica global y la reducción de los inventarios acumulados por los minoristas. Por lo tanto, el aumento marginal de la demanda no es suficiente para absorber la gigantesca cantidad de nuevos buques que se están incorporando a las rutas.
  • Caída sostenida en las tarifas base: como resultado directo de este desequilibrio, las tarifas spot de Extremo Oriente a Europa del Norte han caído un 41% en comparación con el año anterior, y las tarifas a largo plazo han bajado un 24%.

Consecuencias globales y para España

Los analistas de la industria (Drewry, Xeneta) coinciden en que el panorama fundamental para 2026 es el de fletes base bajos, incluso volviendo a niveles de 2019 si las rutas de Suez se normalizan.

Impacto en España: Las tasas de transporte marítimo de contenedores desde China ya se habían reducido un 28% desde el inicio de 2025. Esta tendencia sitúa a las empresas españolas en una posición de gran ventaja para asegurar contratos de flete base a largo plazo.

Cómo afecta a importadores y exportadores españoles

El principal efecto es una palanca de negociación sin precedentes para los shippers. Los carriers se dirigen de nuevo a un «territorio de pérdidas«, obligándoles a ser agresivos con sus ofertas de flete base para asegurar volumen. Sin embargo, la estrategia de las navieras será intentar recuperar la rentabilidad perdida maximizando los recargos fijos.

Estrategias de mitigación

Ante este escenario de fletes bajos pero alta volatilidad operativa, la estrategia de mitigación debe ser bidimensional. Por un lado, es crucial utilizar la inteligencia de mercado (datos de plataformas como Xeneta o Drewry) no solo para conseguir la tarifa más baja, sino para identificar al carrier que ofrezca el mejor equilibrio entre coste y resiliencia. No en vano, la fiabilidad global de la agenda cayó hasta el 61,4% en octubre de 2025, con alianzas mostrando enormes disparidades, lo que convierte la fiabilidad en un factor crítico.

Por otro lado, los shippers deben anticiparse a las tácticas de gestión de capacidad que aplicarán las navieras. A medida que la sobrecapacidad presiona los precios, los carriers recurrirán a la cancelación de rutas (blank sailings) para sostener los precios spot. Prepararse para estas interrupciones es esencial para mantener la cadena de suministro operativa.