El puerto de Manchester, ubicado en el noroeste de Inglaterra, es un ejemplo fascinante de cómo la ingeniería puede transformar una ciudad. Inaugurado oficialmente en 1894 tras la creación del Canal de Navegación de Manchester, este puerto convirtió a Manchester, una ciudad originalmente sin acceso directo al mar, en un importante puerto marítimo. El canal, de 58 kilómetros de longitud, conecta Manchester con el estuario del río Mersey, permitiendo la entrada de grandes embarcaciones y facilitando el comercio.

El puerto se encuentra a unos 60 kilómetros de Liverpool, una de las ciudades portuarias más cercanas y su competencia directa durante años. Otros puertos cercanos incluyen el de Runcorn y Garston, ambos integrados en la red de comercio marítimo de la región.

El puerto de Manchester tiene acceso a varias zonas industriales del país. Las mercancías que llegaban al puerto no solo se distribuían localmente, sino que también viajaban hasta ciudades como Leeds y Birmingham, situadas a unos 160 kilómetros al sur.

En sus inicios, el puerto fue clave para la importación de productos esenciales para la industria local, destacando especialmente el algodón proveniente de Estados Unidos y Egipto, así como la madera y los cereales. A medida que el puerto creció, estos productos se complementaron con la exportación de productos industriales y textiles, posicionando a Manchester como un centro neurálgico de la Revolución Industrial  .

En términos históricos, el puerto experimentó su apogeo en el siglo XX, llegando a ser el tercer puerto más activo del Reino Unido. Sin embargo, a medida que los barcos mercantes se hicieron más grandes, el puerto de Manchester comenzó a perder competitividad, ya que no podía acomodar a las embarcaciones modernas, lo que llevó a su cierre en 1982. Aunque ya no está en funcionamiento, dejó un legado duradero. El área donde solían estar los muelles ha sido transformada en Salford Quays, un moderno centro de negocios y entretenimiento que alberga el famoso complejo de MediaCityUK, hogar de la BBC y otras empresas de medios