Aumento de la demanda en las rutas marítimas entre Asia y Europa

Vivimos en un mundo interconectado que depende cada vez más del transporte marítimo para llevar a cabo transacciones comerciales a escala internacional. En este escenario, un incidente en un lejano rincón del mundo puede tener un impacto significativo en las operaciones de transporte marítimo, y por ende, en las exportaciones globales. Tal es el caso de la reciente crisis bélica en Oriente Medio, que ha provocado desvíos significativos en las rutas marítimas entre Asia y Europa.

Estos desvíos, específicamente por el cabo de Buena Esperanza, han generado un incremento en el tiempo de tránsito para las mercancías que se mueven entre estos dos continentes. Dependiendo del puerto de destino, dicho incremento oscila entre siete y catorce días. Este aumento en el tiempo de tránsito ha llevado a muchos exportadores a incrementar sus inventarios en una medida similar para compensar los tiempos de viaje más largos.

Según los cálculos de la consultora marítima Sea Intelligence, la demanda de servicios de transporte marítimo en la ruta Asia-Europa experimentó un crecimiento de 8,5% en 2024. Sin embargo, al considerar el tiempo adicional de tránsito, el crecimiento real de la demanda se sitúa entre el 4,5% y el 6,5%, dependiendo del destino final en Europa. Esto significa que el aumento en los tiempos de tránsito ha añadido 2,9 puntos porcentuales al crecimiento real de la demanda en los trayectos entre Asia y Europa durante el año pasado.

Pero, ¿qué significa esto para las empresas exportadoras? En primer lugar, hay un impacto directo en los tiempos de entrega. Los productos tardan más tiempo en llegar a su destino, lo que puede tener implicaciones en términos de costos y satisfacción del cliente. En segundo lugar, el incremento en los inventarios puede suponer un desafío para las empresas que no tienen la capacidad o los recursos para adaptarse a estas circunstancias.

Por otro lado, a medida que la situación en Oriente Medio parece estar dirigiéndose hacia una resolución, es probable que veamos un retorno a las rutas más cortas a través del mar Rojo. Esto podría permitir a los exportadores ajustar sus stocks y reducir inventario, lo que podría conllevar una contracción inicial de la demanda mayor a lo previsto hasta que se estabilicen los stocks. Sin embargo, a largo plazo, esto podría resultar en una reducción del incremento en las rutas entre Asia y Europa, posiblemente en los mismos 2,9 puntos porcentuales anteriormente mencionados.