La exportación de productos veterinarios desde México hacia China representa una apuesta estratégica para las empresas mexicanas que buscan diversificar sus mercados. Sin embargo, entrar en el gigante asiático implica superar un conjunto de barreras regulatorias, logísticas y comerciales que no pueden dejarse al azar.
En este artículo te contamos qué debes tener en cuenta si quieres colocar productos como antibióticos inyectables para bovinos, estimulantes del apetito, desintoxicantes digestivos, protectores hepáticos, antiinflamatorios para bovinos, porcinos y equinos, y vacunas multiespecie en el mercado chino, aprovechando la ruta entre el puerto de Altamira (Tamaulipas) y Shanghái.
¿Por qué China es un destino tan atractivo para los exportadores mexicanos?
El potencial del mercado chino es indiscutible. El país concentra alrededor del 50 % de la producción mundial de carne de cerdo y un enorme sector ganadero bovino y avícola que demanda insumos veterinarios de manera constante (USDA, 2024). Solo en 2023, el tamaño del mercado de salud animal en China se estimó en 41.000 millones de dólares, con una proyección de crecimiento anual superior al 6 % hasta 2030 (Mordor Intelligence).
Para México, China ya es su segundo socio comercial después de Estados Unidos. En 2025, las exportaciones mexicanas a China alcanzaron los 4.592 millones de dólares, aunque cayeron un 4,5 % interanual (El Economista). El déficit sigue siendo enorme —México importó más de 95.000 millones de dólares de productos chinos ese mismo año—, lo que revela una dependencia preocupante. La entrada de productos veterinarios sería una forma de reducir esa brecha y posicionar a México en un sector de alto valor añadido.
¿Qué ruta logística es la más conveniente?
El puerto de Altamira ofrece infraestructura avanzada para carga refrigerada y farmacéutica, lo que lo convierte en una opción sólida (API Altamira). El tránsito marítimo hasta Shanghái tarda entre 20 y 30 días, según las condiciones y escalas. Sin embargo, no siempre es la única vía recomendable.
Manzanillo (Pacífico): Permite rutas más directas hacia Asia, reduciendo el número de escalas intermedias.
Veracruz (Golfo): Aunque más diversificado en tipos de carga, cuenta con limitaciones en disponibilidad de equipos refrigerados.
La elección depende del producto y de la urgencia. Para vacunas y biológicos, la reducción de escalas puede ser tan crítica como la duración del viaje.
¿Qué retos regulatorios impone China?
La barrera más exigente no está en el transporte, sino en la regulación. Los productos veterinarios deben estar registrados ante el Ministerio de Agricultura y Asuntos Rurales (MARA), un proceso largo que puede tardar entre 18 y 24 meses (USDA GAIN Report, 2025).
Cada envío debe ir acompañado de un Certificado Zoosanitario de Exportación, emitido por SENASICA (SENASICA.gob.mx), y la carga debe cumplir con los requisitos de inspección de la Administración General de Aduanas de China (GACC) (GACC China).
Errores frecuentes que hemos visto en el sector:
Certificados que no coinciden exactamente con la descripción del producto declarado.
Plantas exportadoras sin estar registradas en la base de datos del GACC
- Etiquetado en inglés o español en lugar de mandarín simplificado, algo que provoca rechazo inmediato.
¿Cómo minimizar riesgos logísticos y aduaneros?
Los productos veterinarios son altamente sensibles a variaciones de temperatura. Un desvío de apenas 2 °C puede comprometer la eficacia de una vacuna. Por ello:
Contenedores reefer con data loggers: deben registrar en tiempo real la temperatura durante todo el trayecto (IMO Reefer Guidelines).
Seguro all-risk: más allá del daño físico, debe cubrir deterioro por fallos en cadena de frío (Allianz Trade).
Plan de contingencia en destino: un retraso aduanero en Shanghái puede prolongarse hasta 10 días si la documentación no está perfecta (PwC China Customs Insights).
Un ejemplo ilustrativo: en el comercio de carne de cerdo mexicano a China, el proceso de habilitación tomó hasta cinco años, con auditorías y negociaciones complejas (UNAM, PUEAA).
¿Qué aporta un socio logístico especializado como Kokargo?
En Kokargo sabemos que el éxito de estas operaciones depende de la preparación previa y la ejecución impecable. Ofrecemos:
Consultoría regulatoria: te guiamos en el proceso de registro ante el MARA y en la homologación de tu planta con el GACC.
Rutas optimizadas: analizamos qué puerto mexicano y qué naviera ofrecen mejor equilibrio entre coste y seguridad.
Gestión documental completa: revisamos certificados, facturas, listas de empaque y etiquetado conforme a normativa china.
Cadena de frío monitorizada: con reefer containers y trazabilidad digital que compartimos contigo y con tu cliente.
Apoyo en destino: trabajamos con agentes aduanales en Shanghái con experiencia en veterinarios, acelerando la liberación y distribución local.
China no es un mercado sencillo. Los plazos regulatorios son largos, la logística es exigente y los riesgos financieros altos. Pero también es un mercado donde el consumo de productos veterinarios crece a ritmos acelerados y donde hay espacio para nuevos proveedores de calidad.
Si eres fabricante mexicano de productos veterinarios, ahora es el momento de preparar tu estrategia. La clave no está solo en producir, sino en cumplir, documentar y diferenciarse. Y ahí es donde contar con un socio experimentado como nosotros puede marcar la diferencia entre perder un lote en aduana o consolidar una relación de largo plazo con clientes chinos.