El Puerto de Belawan se encuentra en la isla de Sumatra, Indonesia, una ubicación estratégica en el sudeste asiático que facilita el acceso a rutas comerciales cruciales. Históricamente, este puerto ha sido un punto central en el comercio marítimo de la región desde su apertura en 1890, cuando fue desarrollado inicialmente por los colonos holandeses para facilitar el transporte de productos agrícolas, especialmente el tabaco, que entonces era la principal exportación de Sumatra.
A una distancia de aproximadamente 1,800 kilómetros de Yakarta, la capital de Indonesia, el Puerto de Belawan se erige como un pilar crucial de la economía nacional. Este puerto es el más grande en la región de Sumatra y sirve como el principal punto de entrada y salida de mercancías para toda la isla. Además, está bien conectado con otros puertos importantes en Indonesia, como el Puerto de Tanjung Priok en Yakarta y el Puerto de Surabaya, facilitando un intercambio constante de bienes y servicios dentro del país.
El Puerto de Belawan mantiene relaciones comerciales significativas con otros puertos internacionales, destacando su conexión con puertos de Malasia y Singapur, dada su proximidad geográfica a estos países. Los productos que mayormente se manejan en Belawan incluyen aceite de palma, caucho, café y productos textiles, reflejando las principales industrias de la región. Los buques que suelen arribar a este puerto provienen principalmente de países como China, Malasia y Singapur, estableciendo un flujo constante de importaciones y exportaciones.
Las exportaciones desde Belawan se dirigen principalmente hacia China, India y Japón, países que reciben grandes cantidades de los productos agrícolas y textiles que se producen en Sumatra. Este puerto juega un papel vital en el comercio exterior de Indonesia, particularmente en lo que respecta a la exportación de productos agrícolas, haciendo de Belawan un punto central en la red de comercio internacional del país.
Respecto a su relación comercial con España, el Puerto de Belawan no mantiene una conexión directa significativa, aunque los productos exportados, como el aceite de palma, pueden llegar eventualmente a mercados españoles a través de redes de distribución más amplias y complejas.